Los venenos del liderazgo y la cultura laboral

POR JACQUES GIRAUD

Si te dieran una flecha envenenada, ¿perderías el tiempo examinando su diseño o buscando culpables? Según el budismo, esa no es la mejor estrategia para sobrevivir. ¿La solución? Reconocer el veneno, evitar que se propague y buscar una manera de neutralizarlo. Una lección que, aunque milenaria, parece haber sido ignorada en demasiadas salas de reuniones y cafeterías corporativas.

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En las organizaciones, al igual que en las personas, circulan “venenos” que no sólo enferman el alma, sino también la cultura laboral:

1. Ignorancia: Esa joya que te hace creer que lo sabes todo, cuando en realidad no tienes ni idea. Según un informe de Gallup (2023), el 67% de los empleados sienten que sus líderes no están adecuadamente capacitados para manejar los retos actuales.

2. Ira: El clásico berrinche de “¿cómo se atreven a no seguir mi idea?”. Es ese fuego que arde cuando el ego no obtiene la validación que pide a gritos. Según Harvard Business Review (2022), los equipos que experimentan altos niveles de conflicto reportan una caída de hasta el 40% en la productividad.

3. Miedo: Es la reacción ante amenazas que muchas veces sólo existen en tu cabeza. Si fuera un software, sería un antivirus que detecta peligros inexistentes y se bloquea a sí mismo. El Foro Económico Mundial señala que el miedo al cambio es una de las principales barreras para la innovación en el 73% de las organizaciones.

4. Avaricia: El mantra de “hacer más, más y más” y no medir los procesos ni aprender de los resultados, es una distorsión de la gerencia moderna sin contraprestar el servicio con bonificaciones y salarios justos. Estudios de McKinsey muestran que empresas con culturas generosas tienen un 21% más de probabilidades de retener talento clave.

5. Orgullo: Ese aliado que te hace pensar que pedir ayuda es un signo de debilidad. En las organizaciones se manifiesta como “yo lo hago mejor que cualquiera”. Spoiler: no es cierto.

6. Celos: En términos laborales, “¿por qué a ellos les dieron el proyecto estrella y a mí no?”. Los celos son una de las principales causas de renuncias silenciosas.

Cuando estos venenos se instalan en una organización, no necesitas a Sherlock Holmes para notar que los equipos se desmotivan y sólo cumplen con lo justo. O se presentan conflictos silenciosos que terminan en gritos, e incluso talentos que prefieren huir antes que quedarse en un entorno tóxico. ¿Y la productividad? Ahí, paralizada en un rincón, junto con las grandes ideas que nunca se atrevieron a salir.

¿Hay remedios caseros para estos venenos? No, lo que hay son decisiones conscientes:

-Humildad y apertura al aprendizaje. Aprende a decir “no sé” y “necesito ayuda” sin miedo. Vulnerabilidad no es lo mismo que debilidad.

-Da un paso adelante, incluso si tiemblas. El mundo real suele ser mucho más amable que tus peores fantasías. ¿Qué oportunidad estás dejando pasar por miedo?

-Practica el arte de compartir. Entender que el éxito colectivo es más poderoso que la acumulación individual puede ser revolucionario. En lugar de competir con los demás, celebra sus logros y aprende de ellos. Es gratis y liberador.

¿Estás dispuesto a sacar los venenos de tu organización antes de que sea demasiado tarde? ¿O tú eres el que lleva el veneno dentro?

* Jacques Giraud es ingeniero, especialista en desarrollo organizacional, master coach y mentor, con más de 27 años de experiencia y más de 400 seminarios impartidos como facilitador de Insight Seminars en más de 15 países. Autor del libro “Super Resiliente”. www.jacquesgiraud.com