Amor Propio: El Regalo que Nos Debemos en el Nuevo Año

Haguit Zahava

Escritora

Comienza el conteo regresivo para despedirnos del 2024, y con el comienzo del nuevo año, la lista de resoluciones. Algunas llegan hasta diciembre, mientras que otras apenas pasan de enero. Y una de las resoluciones que casi tenemos por regla general es… saldar las deudas. Aquellas que no nos permitieron irnos de viaje, comprar casa, o ese gusto tan anhelado. ¡Pero muy pocas veces incluimos en esas deudas la más importante, el amor que te debes!

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¡Seguro podrás decir en tu mente, “nah, yo me amo lo suficiente”! ¿Lo suficiente como para dejar ir ese amor que tanto te ha hecho daño? ¿Suficiente como para dejar esos malos hábitos que dejas pasar? ¿O suficiente como para dejar algo “seguro” para descubrir aquello desconocido que probablemente te cambie la vida para bien?
El amor propio no es solo comer saludable, pensar positivo, hacer ejercicios; eso es parte de ello, pero no es todo. Amor propio es dejar ir, aunque duela; es hacer lo correcto, aunque no sea lo más cómodo; es hacer ejercicios sin ganas. La disciplina se construye a medida que vas haciendo aquello que te hace bien, aunque no tengas ganas. La voluntad es lo que mueve la disciplina. Una persona con voluntad puede llegar más lejos que una inteligente.

La motivación solo es parte del comienzo, una chispa; luego, cuando comienza la disciplina, la motivación se fuga. Y solo la voluntad determina si lo lograrás o no. En ese momento es donde nos cuestionamos si continuar o si valdrá la pena. Y ahí es que comienzas a desarrollar el amor propio. En este momento, pregúntate, ¿a cuántas personas has motivado a lograr sus metas? De lo que te disciplinas tú misma, ¿crees más en otros de lo que puedes creer en ti misma?

Los finales, las renuncias y los límites también son logros. Comenzar a abonar cuotas de amor, disciplina y respeto a ti misma en cantidades llevaderas, sin juzgarte ni menospreciarte, definitivamente irá saldando la deuda de amor que has llevado por años. Acéptate tal y como eres, pero no te conformes; cada día trabaja un por ciento para ser mejor que el día anterior. Y disfruta el proceso; el resultado es solo parte del éxito, pero el cambio se encuentra en el proceso, cuando comienzas a descubrir todas aquellas cosas que puedes hacer y desconocías, cuando dejas de ser lo que pensabas que eras para convertirte en quien realmente eres.

Este nuevo año, deseo para ti que antes de pagar todas tus deudas, comiences a pagar la deuda de amor que te ha robado sueños, esperanzas y vida. Y en cada cuota encuentres la sanidad, el perdón y el coraje para que antes de acabar el año, seas tu mejor versión. Así nuestra tribu femenina cada vez será más sólida. ¡Te veo en la cima!